13.11.10

              EL INMIGRANTE SENEGALÉS   

Aquel buque hacia la travesía de Senegal a Valencia, en sus bodegas llevaba
miles de troncos de árboles  procedentes de las explotaciones madereras que poseía
todavía España en aquel país. El primer oficial de guardia, hacía su revisión en las
bodegas del barco,  oyó un sonido anormal y se dirigió hacia allí ,el sitio estaba en
orden, hizo que se marchaba y se escondió, al poco tiempo vio atónito como una sombra
invadía la segunda bodega, una sombra con camisa blanca, se apresuró con su linterna
y lo alumbró a los ojos, dios santo, exclamó, llevo un inmigrante Senegalés, y ahora que
hacemos contigo exclamó, no me mates, y si me deportan a mi país me cortarán las
manos  yo solo quiero dar de comer a mi familia, dame algo de comer, y una manta
estoy  helado, mis huesos están entumecidos.
El primer oficial abandonó la estancia y volvió con el capitán, el capitán le informó
que ellos no podían  contravenir la ley pero aún así decidieron ayudarle. Después de una travesía con olas de hasta ocho metros, el inmigrante estaba  exhausto, pero el capitán y el primer oficial le ayudaron, le hicieron pasar por trabajador del barco, le vistieron como a un marinero mercante, con casco y guantes, lo acompañaron hasta el control de la guardia civil y le dieron la libertad que tanto ansiaba, ellos se miraron y el capitán exclamó “no hemos hecho lo correcto, pero hemos hecho lo que está bien”.



                                                       FIN

 

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